29/1/18

La Deformación Craneal (IV)

El moldeado intencional de la cabeza, fue practicado simultáneamente en culturas separadas geográfica y cronológicamente. Su práctica continúa en algunos lugares, como Vanuatu y la República del Congo.

Los científicos han descubierto dos cráneos humanos parciales en el centro de China que podrían pertenecer a una especie humana arcaica desconocida.
Los cráneos tienen entre 105.000 y 125.000 años de antigüedad, y contienen una mezcla única de características humanas modernas y Neandertales. Podrían ser la clave para rellenar algunas de las piezas del árbol genealógico humano en el este de Asia.

Hay indicios en nuestros registros genéticos de que todavía podría haber ancestros que no se han descubierto y faltan en nuestro árbol genealógico. Pero también hay otra posibilidad, algo que los investigadores no especularon en su investigación, es que los cráneos podrían ser evidencia física rara de los Denisovanos, los primos misteriosos de los Neandertales, que se piensa pueden haber existido hace 100.000 años.
Se estima que los seres humanos modernos que viven en China poseen alrededor del 0,1% de ADN Denisovano, lo que sugiere que en algún momento los seres humanos modernos vivieron muy cerca de ellos.
Sin más investigaciones, en particular de evidencia de ADN, es imposible saber que posibilidades son más probables, si estos cráneos pertenecen a una nueva especie humana o son raros rastros de Denisovanos en el este de Asia. También es imposible descartar otras posibilidades. Es posible que la excavación en el sitio pueda dar más pistas.
Los dos cráneos antiguos fueron desenterrados a 4.000 kms. de la cueva de Denisova en Lingjing, provincia de Henan (China) en 2007 y 2014. Mientras que los científicos estaban comenzando a obtener una idea más clara de cómo los antepasados humanos se separaron de África, una vez que alcanzaron Asia del Este, esta idea se vuelve más borrosa. Por eso el hallazgo es tan importante, estos cráneos podrían ayudarnos a explicar cómo nuestros primeros antepasados finalmente se convirtieron en los humanos modernos que hoy en día viven en Eurasia Oriental.

Se cree que el sitio en el que se encontraban los cráneos estuvo habitado hace unos 105.000 a 125.000 años, durante la época del Pleistoceno, cuando esa parte del mundo estaba cubierta de grandes capas de hielo. Según otros descubrimientos en el sitio, los dueños de los cráneos eran buenos cazadores. También había huesos de antiguos caballos y ganado, rinocerontes lanudos ya extintos y ciervos gigantes.

Xiujie Wu, de la Academia China de Ciencias, dijo a Science Magazine que los fósiles podrían representar una especie desconocida de un nuevo humano arcaico que sobrevivió en el este de Asia hace 100.000 años. La amplia cavidad cerebral descarta que los cráneos pudieran haber sido de Homo erectus u otras especies homínidas conocidas. Tienen los mismos canales semicirculares del oído, y la sección agrandada en la parte posterior del cráneo como los Neandertales, y también poseen rasgos de los primeros seres humanos de Eurasia del Este.

En la religión china, vemos la deformación craneal en las imágenes del popular Dios de la longevidad llamado Shou Xing que data de la dinastía Ming.
Es representado como un anciano con barba con abundantes cejas blancas y una gran cabeza. Lleva una caña larga, a veces con la forma de la serpiente, sostiene en su mano un durazno que simboliza la longevidad y va acompañado por dos animales de vida larga, la cigüeña y la tortuga. Una vida larga es considerada un honor en China, y si bien Shou Xing no posee un templo o culto particular es sumamente respetado. Shou Xing, es quien determina la edad a la cual mueren las personas, y lleva una tableta con inscripciones con dicha información. Las edades pueden ser modificadas si se le realizan ofrendas.

En el pueblo de Onavas, al sur de Sonora (México), los arqueólogos descubrieron un cementerio prehispánico de 1.000 años de antigüedad donde estaban enterrados 25 individuos, 13 de ellos presentan la deformación craneal intencionada (frontal occipital).
De los restos óseos recuperados 17 corresponden a menores de edad, entre 5 meses y 16 años, y 8 son de adultos. La cantidad de infantes identificados en el cementerio puede ser un indicador de la mala práctica en la deformación craneal, que ocasionó su muerte por el exceso de fuerza al momento de apretar el cráneo. Esto se deduce a partir de estudios hechos a los restos, cuyos resultados no arrojaron ninguna enfermedad que pudiera haber causado su muerte. En las culturas mesoamericanas, esta practica se utilizó para diferenciar a un grupo social de otro y con fines rituales.

El Cementerio de Onavas no pertenece a grupos mesoamericanos migratorios, sino a uno sedentario que tuvo un desarrollo local y que en algún momento de su historia entabló contacto con Mesoamérica e incorporó algunas ideas a su cultural. El sitio debió pertenecer a los antiguos indígenas pimas, grupo cultural de la región cuyos descendientes se desplazaron hacia lo que hoy es el límite estatal Sonora-Chihuahua; pudo ser parte de un asentamiento ubicado dentro del área de tránsito que seguían los pueblos de la costa occidental al suroeste de Estados Unidos en el comercio de la turquesa, y en ese transitar de poblaciones, los pimas adoptaron nuevas tradiciones procedentes de Mesoamérica.

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