17/6/17

Ruta de la Seda (V)

La Ruta de la Seda formó agrupaciones de estados militares originarios del norte de China, abriendo el Asia central y China a religiones como el nestorianismo, maniqueísmo, budismo y más tarde islamismo. Creando la influyente Federación de Jazaria, que al final de su gloria trajo el mayor imperio continental que existió nunca, el Imperio mongol, con sus centros políticos encadenados a lo largo de la Ruta de la Seda (Pekín, en el norte de China; Karakorum, en el centro de Mongolia; Samarkanda, en Transoxiana; Tabriz, en el norte de Irán; Sarai y Astrakán, en el curso del Bajo Volga; Solkhat, en Crimea; Kazán, en Rusia central; y Erzurum, en el este de Anatolia), realizando la unificación política de zonas anteriormente libres y conectadas de forma intermitente por bienes materiales y culturales.

La pólvora fue inventada en China, la palabra china para "pólvora" significa literalmente "medicina de fuego". Sin embargo, este nombre solo se empezó a usar algunos siglos después. Durante el siglo IX d.C. unos monjes taoístas o alquimistas chinos buscando el elixir de la inmortalidad encontraron accidentalmente la pólvora.

Las fuerzas militares chinas usaban armas basadas en pólvora (cohetes, mosquetes, cañones) y explosivos (granadas y diferentes tipos de bombas) contra los mongoles cuando estos intentaban entrar en sus tierras por la frontera norte. Después de que los mongoles conquistaran China y fundaran la dinastía Yuan usaron la tecnología militar china para su intento de invasión de Japón, donde también utilizaron la pólvora para propulsar sus cohetes.
Los musulmanes adquirieron el conocimiento de la pólvora entre 1.240-1.280, cuando el sirio Hasan al-Rammah había escrito en arábico, recetas para la pólvora, instrucciones para la purificación del salitre y descripciones de armas incendiarias.
La pólvora llegó al Medio Oriente posiblemente a través de la India y esta de China. Esto se deduce de la forma de llamar a la pólvora que al-Rammah usaba, al salitre lo llamaba "nieve china", a los fuegos artificiales "flores chinas" y a los cohetes "flechas chinas".
Los persas llamaban al salitre "sal china" o "sal de los pantanos de sal chinos".

A comienzos del siglo XIV, parece ser que los árabes habían usado la pólvora en la Península Ibérica, según se desprende de las crónicas del rey Alfonso XI de Castilla. El párrafo, transcrito y adaptado al castellano moderno, corresponde a la crónica del rey Alfonso XI sobre el sitio de Algeciras (1.343), y es la primera referencia escrita del empleo de la pólvora con fines militares, si bien hay quien sostiene que ya había sido utilizada, también por los árabes, en la defensa de la ciudad de Niebla (Huelva) cuando fue sitiada por Alfonso X el Sabio, casi un siglo antes.
Desde China el uso militar de la pólvora pasó a Japón y a Europa. Se sabe que fue usada por los mongoles contra los húngaros en 1.241 y Roger Bacon hace una mención en 1.248. Hasta ese momento Europa solo había contado con un producto inflamable llamado “fuego griego” que no podría competir con la efectividad del recién llegado invento.

El Imperio Mongol produjo masivamente armas de fuego de llave de mecha para su ejército. Fueron los primeros en desarrollar cohetes de bambú, principalmente para señalizaciones y para el uso de los zapadores. El emperador mongol se enfrentó a los británicos y a otros europeos en la provincia de Gujarat, de donde los europeos extraían salitre para la fabricación de su pólvora durante el siglo XVII.

Fuente: Wikipedia

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