7/2/17

Tesoros de Canaán (Fenicios VI)

     Melkart (Cádiz)

Melkart/Melqart (a veces otra forma fenicia del dios Baal), hijo de El, fue dios de Tiro, rey del inframundo y protector del universo. Simbolizaba el ciclo anual de la vegetación, por lo que era un dios agrícola, del campo, la fronda, la fecundidad y la primavera, y su ritual comprendía una serie de ritos cíclicos de muerte y resurrección anuales, coincidentes con las estaciones del año.
Aunque era un dios solar, se le terminó asociando con la protección en la guerra y la navegación con atributos de un dios marino. Su culto estaba centrado en el fuego sagrado de las ciudades, y se extendió por todas las colonias de Tiro (Chipre, Malta, Utica, Gadir, Lixus, Cartago) y acabó relacionado con Osiris egipcio y Heracles griego. Como patrono de la ciudad de Tiro, se transformó también en dios de la colonización y de la protección de la navegación.
Restos del templo de Melkart en Sancti Petri (Cádiz), en este lugar tanto en la superficie como bajo el mar se han hallado importantes piezas de época fenicia y posterior.

Una de las diosas fenicias más importantes es Astarté, la principal diosa de Tiro y Sidón, y con presencia en otras ciudades fenicias. Derivada de Istar (diosa del cielo sumeria), sin duda similar de la europea/ mediterránea Diosa Madre, fue muy venerada entre los semitas de Siria y Palestina. Era la diosa de la fecundidad y del amor, aunque también fue adorada como diosa guerrera, de las batallas, de la caza o incluso como patrona de los navegantes.

Suele representarse posada sobre un león y sosteniendo una flor de loto, con la luna, una estrella y una serpiente, y como diosa de la fecundidad en ocasiones aparece tocándose los senos o dando de mamar a dos niños. Pasó a ser la Isis egipcia o Afrodita, Hera, Cibeles, Venus y Juno Caelestis de los griegos y romanos.
Contaba con abundantes santuarios en Sidón y Tiro, en su papel de diosa materna y diosa de la fertilidad, donde aparece asociada a elementos astrales. Está documentado, entre otros, un santuario dedicado a ella en Tas Silg (Malta) y en El Carambolo (Sevilla) fechado en el siglo VIII a.C.
Asociada a ella tenemos otra diosa importante en la mitología, especialmente cartaginesa (en realidad la misma, con diferente ubicación local temporal) que fue conocida como Tanit, diosa consorte de Baal y patrona de Cartago (muy probablemente relacionada con la diosa Selket egipcia), era la equivalente púnica de la diosa Astarté, diosa de la fecundidad, cuyo culto incluía la prostitución sagrada llamada hierogamia, constatada en Babilonia y entre los fenicios en los templos de Tas Silg, Pafos Es Cuyram, Kition, Erice, Pyrgi, Sicca Veneria, Biblos, etc., al servicio de Astarté y que llegó a ser práctica extendida por todo el Mediterráneo, que consistía en prostituirse en un templo simulando la unión con la deidad con fines iniciáticos y religiosos destinados a la fertilidad (en realidad otra fuente de ingresos, ya que mayoritariamente estaba destinada a ser practicada por los pudientes extranjeros).

En la antigua región de Canaán, las lluvias comienzan en octubre y continúan durante todo el invierno hasta abril, gracias a lo cual crece una abundante vegetación. Se creía que los cambios de estación y los efectos subsiguientes eran ciclos producidos por los interminables conflictos entre los dioses.
El cese de las lluvias y marchitarse la vegetación se atribuía al triunfo del dios Mot (dios de la muerte y la aridez) sobre Baal (dios de la lluvia y la fertilidad), lo que obligaba a este último a retirarse a las profundidades de la tierra. Por otro lado, se pensaba que el comienzo de la estación lluviosa indicaba que Baal había despertado a la vida, lo que era posible gracias al triunfo de Anat, su hermana, sobre Mot, permitiendo que su hermano Baal volviese al trono. La unión de Baal con su esposa Astarté, se creía que garantizaba la fertilidad durante el año entrante.

Los agricultores y ganaderos cananeos posiblemente pensaban que el participar en rituales prescritos -una especie de magia imitativa- durante sus fiestas religiosas estimulaba a sus dioses a actuar según el modelo representado en esas fiestas, y esto era necesario para tener cosechas y rebaños productivos durante el nuevo año, así como para alejar sequías, plagas de langostas, etc. De modo que la vuelta a la vida de Baal para ser entronizado y unirse a su consorte se celebraría con ritos de fertilidad licenciosos, caracterizados por orgías sexuales desenfrenadas.

Continuará...

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