14/2/16

Lupercalia - Orígenes de San Valentín

Las Lupercales (en latín Lupercalia), era la fiesta romana que se celebraba “ante diem XV Kalendas Martias”, que equivale al 15 de febrero
Su nombre deriva supuestamente de lupus lobo, animal que representa a Fauno Luperco e hircus (el macho cabrío). Instituída por Evandro el arcadio, en honor a Pan Liceo (también llamado Fauno Luperco), el que protegía al lobo, y contra Februo, o también Plutón.
Fauno “el favorecedor”, en la mitología romana una de las divinidades más populares y antiguas los di indigetes, era identificado con el griego Pan debido a la similitud de sus atributos.

Un cuerpo especial de sacerdotes, los Lupercos o Luperci (Sodales Luperci o amigos del lobo) eran elegidos anualmente entre los ciudadanos más ilustres de la ciudad que debían ser en su origen adolescentes que sobrevivían de la caza y el merodeo en el bosque durante el tiempo de su iniciación en la edad adulta, lo que por aquel entonces era un tiempo sagrado y transitorio en que se comportaban como lobos humanos. Se reunían el 15 de febrero en la gruta del Lupercal (más tarde llamada Ruminal en honor a Rómulo y Remo) en el monte Palatino. Según la tradición fue en este lugar donde Fauno Luperco, tomando la forma de una loba Luperca, había amamantado a los gemelos Rómulo y Remo, y en cuyo honor se hacía la fiesta.

La tradición cuenta que allí había una higuera cuyas raíces habían detenido la cesta en cuyo interior se encontraban los gemelos Rómulo y Remo. Bajo la sombra de esta venerable higuera celebraban el sacrificio de un perro y de un macho cabrío, animales que eran considerados impuros. Después se tocaba la frente de los luperci con el cuchillo teñido con la sangre del sacrificio y a continuación se borraba la mancha con un mechón de lana impregnada en leche de cabra. Éste era el momento en que los lupercos prorrumpían en una carcajada ritual. Luego cortaban la piel de los animales sacrificados en tiras, llamadas februa, que junto con la deidad sabina Februo, y el sobrenombre de Juno, Februalis (la que purifica), son los posibles candidatos a darle nombre al mes de Febrero. Con este aspecto y casi desnudos, sólo tapados con unas tiras de cuero, salían alrededor del monte Palatino donde golpeaban a todos los que encontraban a su paso. El ser azotado por las tiras de cuero de los luperci equivalía a un acto de purificación, y era llamado februatio.

Este acto de purificación comenzó en el reinado de Rómulo y Remo, cuando las mujeres romanas se hicieron estériles. Después de consultar el oráculo de la diosa Juno, en el bosque Esquilo, ésta respondió: "Madres del Lacio, que os fecunde un macho cabrío velludo". Y es ésta la razón por la que los luperci van desnudos uncidos en sangre de animales impuros (como si vinieran de caza) con pieles de lobo, golpeando con el látigo como si fuera un miembro viril.
Para las mujeres, este rito aumentaba su fertilidad poniéndole las carnes de color púrpura. Este color representaba a las prostitutas de la época, en particular las que ejercían la prostitución sagrada con los lupercos en el Ara Máxima, también llamadas lupas o lobas.

Esta celebración la adoptó el emperador Justiniano I en el imperio de Oriente el año 542, como remedio para una peste que ya había asolado Egipto y Constantinopla y amenazaba el resto del imperio.
Con el paso del tiempo el Papa Gelasio I prohibió y condenó la celebración pagana de las Lupercales. Quiso cristianizar esta festividad y la sustituyó por el 14 de febrero, fecha en la cual murió martirizado un cristiano llamado Valentín, en el año 270 d.C.
Lupercalia (pórtico Piazzale dei Corporazioni en Ostia Antica)

 

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