31/12/15

Origen del Calendario actual (Segeda)


Que el año se inicie el 1 de Enero no se debe a un profundo estudio astronómico que determinase que esa era la mejor fecha, sino que fue propiciado por una rebelión que tuvo lugar en el año 155 a.C. en el asentamiento de Segeda (hoy Aragón), inicio de las famosas Guerras Celtibéricas.

Como bien sabemos, los diferentes calendarios por los que nos hemos regido y el que actualmente utilizamos, se diseñaron con el propósito de ajustar, corregir y eliminar los desfases existentes en la medición del tiempo.
En el antiguo Calendario Romano el año se iniciaba a principios del mes de Marzo (Martius, en honor a Marte, Dios de la Guerra). Este mes también traía consigo la llegada de las siembras y al que seguía un periodo de prosperidad, acompañado de la entrada de la primavera.
Esto propiciaba que tras iniciarse el año, el 15 de Marzo (conocido como el Idus de marzo) fuese el día escogido para elegir a los representantes y administradores del Estado (Senadores, Cónsules, etc..) pero, sobre todo, para tomar todas aquellas grandes decisiones referentes a las guerras e intervenciones que la República Romana estaba desplegando por aquel entonces.

Durante la Primera Guerra Celtíbera (181-179 a.C.), se firmó un tratado en el que se prohibía fundar nuevas ciudades fortificadas, pero esto no sirvió de excusa para que los pobladores de Segeda quisieran levantar una muralla que rodease el oppidum y cuyo perímetro tenía 7,5 kilómetros. Dicho asentamiento se encontraba en la zona geográfica en donde hoy en día está la Zaragozana población de Mara, muy próxima a Calatayud.
El gobierno de Roma tras conocer la noticia debía intervenir en el asunto y mandar con la mayor premura un importante contingente de hombres para frenar lo que consideraban una intolerable insurrección. Pero se encontraron con un inconveniente para llevar a cabo dicha represión bélica: estaban en pleno invierno y faltaban varios meses para el Idus de marzo, la fecha en la que decidían todos los asuntos de Estado y guerra.
Si esperaban a marzo, entre que se aprobaba, se reunía a los soldados que formarían el ejército (30.000 miembros, jinetes y tropas auxiliares) y se enviaban hasta allí se encontrarían de nuevo en invierno, para llevar a cabo todo el plan de ataque, éste debería producirse en época estival, lo que les llevó a realizar un estratégico cambio en el calendario por el que hasta entonces se regían, decidiendo adelantar el inicio del año a Enero (Ianuarius, en honor al Dios Jano).
Roma adelantó tres meses en su calendario el año nuevo, propiciando la toma de decisiones y el traslado del importante contingente que se envió, iniciándose de este modo la Segunda Guerra Celtibérica.

Las crónicas antiguas de Apiano de Alejandría así lo recogen:
"Segeda es una grande y poderosa ciudad de los celtíberos llamados belos, adscrita a los pactos de Sempronio Graco. Sus habitantes se propusieron que la gente vecina de ciudades más pequeñas abandonasen sus lugares y se congregasen en su ciudad, a la que rodearían de una muralla de cuarenta estadios de circunferencia, obligando a esto al vecino pueblo de los titos. Enterado el Senado, les prohibió construir la muralla, y ordenó que se pagasen los tributos fijados por Graco, mandando al mismo tiempo que se uniesen a las tropas romanas, pues así lo disponía el tratado de Graco. Los de Segeda contestaron que, respecto al muro, Graco había prohibido construir nuevas ciudades, pero las antiguas podían fortificarse; en cuanto a los tributos y a las tropas dijeron que los mismos romanos después de Graco se lo habían condonado. Y así era en efecto; pero cuando el Senado concede un favor así, añade siempre: estará en vigor en tanto que así plazca al Senado y al pueblo romano".

Los belos, pobladores de Segeda, ante el ataque romano huyeron hacia el enclave de los arévacos, en el asentamiento de Numancia, donde se refugiaron y unieron fuerzas para encararse al enemigo romano en la famosa y épica Guerra Numantina.

Espectacular observatorio astronómico localizado en Segeda

Santuario celtibérico, el único calendario de ciclo lunisolar conservado desde la antigüedad en todo el Mediterráneo, de planta romboidal y situado fuera de la muralla de Segeda, al aire libre, sus muros se unían con esta plataforma monumental conformando un ángulo de 130 grados, algo fuera de lo común para la arquitectura de la época. Dicho ángulo se alineaba con un cerro próximo, la Atalaya, y su dirección marcaba el solsticio de verano, el día más largo del año.

Fuentes:http://lugaresconhistoria.com/2013/08/24/segeda-zaragoza/
Wikipedia / Heraldo  / Pdf

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