28/1/14

Auroras Polares

Las auroras polares son fenómenos lumínicos producidos por el choque de partículas solares contra los polos Norte y Sur de la magnetosfera terrestre. Cuando se producen en el Hemisferio Norte, reciben el nombre de "Boreales", cuando ocurren en el Sur, se denominan "Australes".
Es cierto que las primeras son características de Alaska, Groenlandia, Noruega o Rusia, mientras que las segundas abundan en la Antártida o en el sur del océano Pacífico; sin embargo, en anómalas ocasiones, pueden divisarse en otras partes del mundo, como Holanda, Francia y España.

Aurora  Boreal proviene de Aurora la diosa romana del amanecer y de la palabra griega Boreas que significa norte. En Europa el horizonte suele aparecer de un tono rojizo como si el sol saliera desde una dirección inusual. 
A pesar de ser un fenómeno de latitudes muy altas, en ocasiones especiales puede resultar visible en latitudes medias o incluso en el ecuador. La probabilidad de avistar una aurora polar depende de la latitud magnética, que no hay que confundir con la  latitud geográfica.

A  67 grados de latitud magnética son un fenómeno habitual. Se pueden ver casi todas las noches, en el hemisferio norte, desde finales de otoño hasta el comienzo de la primavera. A 57 grados la frecuencia es de una o dos veces por mes, diez grados más abajo, a 47 grados tan sólo se pueden ver en promedio una o dos por año. En el Ecuador se estima que se puede ver una aurora boreal aproximadamente cada dos siglos. 
Teniendo en cuenta que la latitud magnética de Madrid es de 33 grados, podemos ver que las probabilidades son bastante bajas, solo llegan a ser visibles muy cerca del horizonte cada bastantes años. Cuando aparecen son un fenómeno llamativo e inolvidable. 

El 25 de enero de 1938 en plena guerra civil se pudo observar una enorme aurora polar en toda Europa, fue tan intensa que llegó a ser visible incluso desde Andalucía.

En la prensa española, el diario ABC del día 26 informó que en Madrid se pensó que se trataba de un incendio lejano en los montes del Pardo. Pero pronto se dedujo, por la altura y gran extensión de la luz, que se trataba de un fenómeno meteorológico.
El diario “Liberación” habló que un raro fenómeno atmosférico se observó en Alicante, causando natural sorpresa. Se notó un gran resplandor rojo que, por momentos, iba en aumento, decreciendo más tarde. La aurora también es recogida en el libro “La Guerra Civil a Arenys de Mar” de Jacint Arxer.

El astrónomo Rafael Bachiller cuenta en diario El Mundo los detalles de un fenónemo que en plena guerra civil provocó desconcierto, bulos y mitos.

LA NOCHE ROJA

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