8/5/12

Privatización de la Sanidad Pública


Ni hemos vivido por encima de nuestras posibilidades ni es cierto que no haya alternativas a la crisis.
En los últimos meses se están instalando en la conciencia colectiva dos asertos que tienen la finalidad de preparar a la ciudadanía para que, por un lado, acepte como inevitables las medidas económicas restrictivas que se pondrán en marcha y, por otro, para que sienta que no hay otras soluciones posibles: “es lo que hay”, o “es lo que toca”, es el mantra que repetimos sumisamente y es el primer paso para autoconvencernos de que no hay respuesta posible. Lo que se está consiguiendo es asustar a la población, retraer el consumo e impedir que aflore deseo de cambio.

No es verdad que hayamos vivido por encima de nuestras posibilidades. Al menos no los diecisiete millones de personas que vivimos de nuestro trabajo, los pensionistas, los mileuristas, los cinco millones de parados, la mayoría de los estudiantes, etc… Tampoco es verdad que no haya alternativas a esta forma de superar la crisis, porque hay economistas y estudiosos que piensan que las medidas actuales están hundiendo la economía real y que son posibles otras medidas incentivadoras y fiscales, como se explica en el libro de los profesores Navarro, Torres y Garzón, que se puede descargar en: http://www.attac.es/web/uploads/Hay-alternativas-web.pdf.

         En el campo de la sanidad, a partir de los análisis de datos que nos ofrece J. Simó en: http://saluddineroy.blogspot.com/2012/02/vivir-por-encima-de-nuestras_15.html, se puede afirmar que durante los años previos a la crisis el crecimiento del gasto sanitario público per cápita ha sido muy similar al crecimiento del PIB, tanto en términos nominales como en términos reales. Este resultado respalda muy escasamente que en sanidad pública hayamos “vivido por encima de nuestra posibilidades”.

El gasto per cápita en farmacia de receta es el único que claramente crece, tanto en términos nominales como reales, muy por encima del PIB durante todo el periodo. Tanto el gasto per cápita en atención especializada como en atención primaria crecen igual o menos que el PIB. Llamativo el decenio (1996-2006) durante el cual el crecimiento de gasto en atención primaria es claramente inferior al crecimiento del PIB. El gasto en atención especializada  crece claramente por encima del PIB a partir de 2005, muy probablemente influido por el crecimiento del gasto en farmacia hospitalaria que, como sabemos, ha sido exponencial durante los últimos años.  Por lo tanto, si en alguno de estos tres sectores funcionales hemos vivido “por encima de nuestras posibilidades” ha sido clarísimamente en farmacia de receta. Y si en alguno hemos “vivido por debajo de nuestras posibilidades” ha sido claramente en atención primaria.
En gasto de personal no "se ha vivido por encima de nuestras posibilidades" en la sanidad pública, sino todo lo contrario: en gasto de personal es en lo que más claramente se "ha vivido muy por debajo de nuestras posibilidades". Por lo tanto, son mucho más injustos los recortes en los salarios del personal que las reducciones de precios en farmacia de receta, que deberían ampliarse a los precios de la farmacia hospitalaria.

En realidad lo que está pasando es que el neoliberalismo no soporta que los servicios públicos sean ofertados por el Estado de manera universal y gratuita cuando las empresas del sector de los seguros, de la construcción, de la gestión de servicios, etc…, podrían obtener enormes beneficios  si se considerasen un bien de consumo, una mercancía, en vez de un conjunto de derechos sociales y una manifestación de la solidaridad.

A los poderes económicos que están detrás de la privatización y de la fragmentación de la prestación de servicios sanitarios no les importa que en España disfrutemos de unos indicadores de salud equiparables a los de los mejores países del mundo (esperanza de vida, mortalidad infantil, etc…); ni que el sistema sanitario esté muy bien considerado por la población; ni que sea comparativamente barato, en relación al coste del sistema sanitario de países de nuestro entorno. Esos poderes, aprovechando la crisis económica, están sembrando en la sociedad la duda sobre la viabilidad de nuestro Sistema Nacional de Salud. Afirman que no podemos seguir manteniendo nuestra sanidad pública porque resulta muy costosa.
En realidad esta opinión no es nueva. Ya en los años ochenta del siglo pasado, coincidiendo con el apogeo de las ofensivas neoliberales, el Banco Mundial recomendaba a los sistemas sanitarios trasladar a los usuarios los gastos en la utilización de las prestaciones, ofrecer esquemas de aseguramiento para los principales riesgos, incrementar la utilización de recursos privados y descentralizar los servicios sanitarios públicos.

Deberíamos extremar la vigilancia sobre los indicadores de salud y sobre la evolución del coste de los servicios sanitarios, no vaya a ser que si continúa el desmantelamiento de los servicios públicos vivamos situaciones como las que afectaron a los estados del Este de Europa.

Luis Palomo Cobos, Doctor en Medicina
Presidente de la Red Española de Atención Primaria.

Leer el artículo completo:
http://www.globapp.org/resources/Ni+hemos+vivido+por+encima+de+nuestras+posibilidades+ni+es+cierto+que+no+haya+alternativas+a+la+crisis.pdf

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