17/9/10

Orígenes Humanos

El ser humano es el más antiguo de todos los antropoides que pueblan o han poblado el planeta, a la vez que posiblemente uno de los mamíferos más primitivos, todo lo contrario de lo que imaginó Darwin. Si el cráneo de Perex fuese auténtico, ello significaría que hombres muy afines a nosotros vivían en las tierras del Alto Ebro hace más de 50 millones de años, cuando la mayor parte de los mamíferos, y entre ellos los simios, brillaban aún por su ausencia sobre la superficie de este planeta.

José Ortega y Gasset, en su libro ‘Espíritu de la letra’ incluye un breve ensayo sobre “La querella entre el hombre y el mono”. Un título que resulta asombrosamente afín a uno mío consagrado al mismo asunto: Guerra entre hombres y homínidos. No se moja Ortega en el tema de nuestra filiación, pero no por ello deja de mostrar nítidamente su simpatía por la tesis sostenida por aquellos científicos europeos que defendían la mayor antigüedad del hombre sobre el simio. ‘La descendencia simiesca del hombre nunca fue para el zoólogo otra cosa que una doctrina probable. Y sin embargo, el dogma del origen pitecoide (simiesco) del hombre se instaló tiránicamente en muchas cabezas de psicólogos, filósofos, moralistas, historiadores. ¡Cuántas ideas fecundas que en algunos de éstos pudieron nacer, quedaron agostadas por no ser compatibles con aquella doctrina!” Para desgracia nuestra, la sociedad contemporánea está preñada de mentes canónicas, de estudiosos y de científicos que tienen mentalidad de funcionarios y que asiéndose a lo ya conocido y consagrado huyen con verdadero pavor de cualquier innovación que pueda poner en entredicho su flaquísima ciencia.

Descendemos de gigantes.
Muchos han tenido que ser los individuos que han poblado desde siempre las tierras del norte de Castilla, para que Atapuerca haya podido verse poblada durante un millón de años. Y si ha existido continuidad, eso presupone que ha existido cantidad,  si ha existido una zona de la Tierra en la que se ha dado una gran densidad de población desde hace un millón de años, es porque fue precisamente en esa zona en la que nació el ser humano. Muy deficientes mentales hubieran tenido que ser nuestros antepasados para elegir esta comarca, si no fuera porque se encuentra en los arrabales del mundo primigenio del Alto Ebro. Lo que la convertía,inevitablemente,en zona de expansión para los pobladores de aquel primer mundo en cuyo corazón se encuentra el verdadero filón antropológico, Ojo Guareña y el macizo de Somo.

La prueba de esa continuidad, en lo que respecta a la estatura de las gentes de la cuenca alta del Ebro, la proporciona Libio refiriéndose a Cannae, cumbre de las Guerras Púnicas (año 216 a.n.e.): “Los guerreros íberos y galos eran igualmente terribles por su estatura gigantes y rostros feroces”. Una estatura muy elevada, una fuerza colosal y una fiereza en consecuencia.

Datos de Atapuerca, han demostrado que la estatura que alcanzaron los individuos cuyos restos se han venido exhumando en la Sima de los Huesos de Atapuerca y que vivieron en aquella Sierra hace en torno a 250 / 300 mil años, llegó a frisar incluso los dos metros de estatura, llegando su peso hasta los 160 kgs. los hombres y mujeres que vivieron en Atapuerca hace 800 y 300 mil años tienen como denominador común su notable estatura. Una prueba incontrovertible, a mi juicio, de su parentesco y de su ascendencia común. Sería ridículo atribuir a la casualidad el hecho de que la talla de aquellos seres se haya mantenido nada menos que durante medio millón de años, parientes de los sapiens. Y sostengo esta tesis, así como la del gigantismo de nuestros antepasados, cuando nadie habíamos oído hablar de la existencia de Atapuerca. Si sostengo que los hombres y mujeres de Atapuerca son antepasados colaterales nuestros es porque me consta que la elevada estatura ha sido uno de los rasgos definitorios de la Humanidad racional. Por lo mismo que el enanismo ha sido una de las constantes de todas las familias de homínidos.

Los hombres que vivieron en Burgos hace cerca de un millón de años no eran nuestros ancestros, a pesar de ser los más semejantes a nosotros de cuantos se han descubierto en todo el planeta.

1) La Humanidad racional ha morado en la cuenca alta del río Ebro desde hace muchos millones de años
2) En este primer país poblado por el hombre,coexistieron varias familias humanas, notablemente diferenciadas tanto por su estatura como por su anatomía craneana y por su índice de desarrollo intelectual. Y concreto que una de estas líneas, llegó a superar los tres metros
3) Se produjo un intenso cruzamiento entre esas diferentes familias humanas, siendo ello el origen de la extraordinaria diversidad que hoy caracteriza a la Humanidad. 
4) Nos encontramos ante el primer caso en el mundo de unas cuevas que hayan conocido la presencia humana durante un millón de años aproximadamente y sin excavar casi nada, dos conclusiones: 
a) La cuna de nuestra especie ha tenido que encontrarse, necesariamente en el ámbito de Burgos, Álava o Cantabria. 
b) En este territorio existió una extraordinaria densidad de población.

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